
Aquellas enormes fotografías panorámicas que decoraron Nueva York durante décadas son exhibidas desde el 19 de este mes en una muestra en la residencia del
fundador de Kodak, convertida en el
Museo Internacional de Fotografía y Cine de la Casa George Eastman, en Rochester.
Los
Coloramas se publicitaban como las instantáneas más grandes del mundo -medían más de 18 metros de largo y casi 6 de alto- y dominaron la transitada estación Grand Central de Manhattan desde 1950, como reclamo publicitario de
Eastman Kodak, aquella empresa fundada en 1892 que logró convertirse en la marca fotográfica por excelencia.

"Estas inmensas fotos luminosas reflejaban las aspiraciones y valores estadounidenses, al tiempo que alentaban a las personas para que captaran sus propios momentos especiales", declaró en el día de la inauguración Alison Nordstrom, curadora de la
muestra.

Iluminados desde detrás con más de un kilómetro y medio de neones, en total se llegaron a mostrar 565
Coloramas, siempre de uno en uno. Generalmente retrataban el prototipo del
american way of life. Fueron sacadas de circulación en 1990, cuando se renovó la estación neoyorkina en búsqueda de un cambio de aire.
En la última fotografía gigante que se instaló se podía ver el horizonte de NYC con una enorme manzana roja detrás, colocada mediante el único retoque digital incluido alguna vez en un Colorama. Al lado de podía leer: "
Kodak agradece a la Gran Manzana 40 años de amistad en Grand Central".