A raíz del trastorno en las rutinas laborales y escolares que produce el mundial de fútbol Sudáfrica 2010, El Ministerio de Educación Nacional autorizó en un comunicado a las escuelas a que los alumnos puedan ver los partidos dentro de las instituciones, en el horario escolar.
La polémica se abre, así como ya ocurrió en el 2002 y en el 2006, cuando los especialistas debaten las estrategias pedagógicas a utilizar en las aulas para transformar el interés por el evento deportivo en una actividad con fines educativos.
Estela María Pérez, licenciada en gestión y administración educativa y vicepresidenta de
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